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El crecimiento no se detiene en 2011

empresario-del-ano-620x348 Nadie puede negar que 2010 fue un año de fuerte crecimiento económico. Mucho menos, los seis distinguidos como Empresario Destacado 2010 , quienes vivieron meses excepcionales y esperan seguir creciendo en 2011. Pese a esta coyuntura, los ejecutivos que fueron destacados en la séptima edición de este galardón de La Voz del Interior, no se olvidan de los múltiples desafíos y los problemas estructurales que, pese al crecimiento de estos años, tiene por delante el país. Los premiados fueron elegidos por sus pares de seis ternas. En el rubro Tecnología, Jorge Berti, vicepresidente de DTA; en Agroindustria, Walter Cavigliasso, presidente del Grupo Cavigliasso; en Comercio, Fernando Fraresso, director ejecutivo de Mundo Maipú; en Servicios, Miguel Mizzau, presidente del Grupo Agroempresa Argentina; del sector Desarrollista, Horacio Parga, director del Grupo Edisur; y de la Industria, Héctor Quaranta, director de la planta de Santa Isabel de Renault (ver páginas de 3 a 8 ). La rueda sigue en marcha. Todos están terminando un año de fuerte crecimiento: el consumo impulsa la venta de autos que se venden y fabrican a niveles récord, la construcción retomó su ritmo de crecimiento y apunta a sectores medios, la tecnología avanza, y el campo recuperó precios y producción. Los empresarios destacados, que compartieron su experiencia y su visión del país en una cena tras la ceremonia de premiación (ver páginas 10 y 14 ), esperan que este ritmo de actividad continúe en 2011, pese a que será un año electoral. “La industria pasó un año electoral en Brasil y encara otro en Argentina. Hasta ahora, en ambos países, la señal es de estabilidad en sus políticas. Con este escenario, el crecimiento se va a mantener y las posibles crisis serán superadas”, pronostica Quaranta. Para Renault, al igual que la mayoría de las fábricas automotrices, el equilibrio entre los dos principales socios del Mercosur es una de las claves. “Este año se pensaba que se iba a crecer muy poco, que íbamos a vender 550 mil autos, pero estamos cerrando en 640 mil y se proyectan 720 mil o más para 2011”, remarca Fraresso. En los próximos 10 años, el sector agropecuario tiene una perspectiva inmejorable”, dice Mizzau. “El mundo necesita comer y nosotros podemos darle de comer”, coincide Cavigliasso. “Lo que necesitamos es previsibilidad en los negocios”, agrega Mizzau. “En el mercado inmobiliario se ve en octubre un amesetamiento de las ventas, pero con un cambio importante en los compradores: ahora se enfoca más a la clase media”, explica Parga. Sin embargo, aclara que la actividad de la construcción no se detiene y los emprendimientos que se realizan, se venden. Distensión tras el luto. El fallecimiento del ex presidente y marido de la primera mandataria, Néstor Kirchner, fue un tema obligado de la charla. “A partir de esto, se ha producido un clima de distensión. Quedan muchas incógnitas, aunque hay algunas señales que parecen indicar un camino positivo”, opina Parga. “Por ahora, Cristina Fernández no dio muchas señales de lo que va a hacer. Estamos esperando a ver qué convencimiento tiene sobre el proyecto político”, acota Fraresso. Agrega que en la macroeconomía no se esperan grandes novedades el año próximo y queda la duda de cuál va a ser el “nuevo equilibrio en el gabinete y cuáles serán los aliados” que elegirá la Presidenta. “2011 será un año de transición, sin grandes cambios. Es un deseo que haya más acercamiento y más diálogo”, considera Cavigliasso. “Con la muerte de Kirchner vamos a bajar dos cambios, con menos antinomias. Ojalá que el acuerdo social sea un aporte para la unión y para trabajar más tranquilos”, dice Mizzau. Quaranta advierte, sin embargo, sobre algunos temas que preocupan: “La inflación está por encima de lo tolerable. Todos sabemos que Brasil tiene un real fuerte y que si devalúa, se hace imposible exportar porque perderíamos competitividad”. el crecimiento no se detieneMirar más allá. “Del Gobierno tengo pocas expectativas, tengo más esperanzas en el sector empresario. Necesitamos que, más allá de que obtengamos una ganancia en el corto plazo, construyamos una visión de largo plazo donde el conjunto de la sociedad se beneficie”, considera Berti. Tras señalar que en el rubro tecnología el apoyo inversor del Estado como comprador de la industria local es clave, agrega que el país necesita consenso para mejorar la distribución del ingreso y en esto los empresarios tienen un papel importante que cumplir. “Lo que podemos esperar para que esto cambie es que haya muy buena educación. Sin esto, no vamos a resolver nada”, opina Mizzau. Cavigliasso, en tanto, bregó por la necesidad de resolver los problemas estructurales del país como la energía y la infraestructura. “Hoy producimos l00 millones de toneladas, el problema es cuando hagamos 140 millones porque no tenemos rutas para llevar la producción al puerto”, advierte. Y agrega que la energía es otra de las deficiencias estructurales. “Si tuviéramos reglas claras, lo que seríamos”, concluye. Los autos y la construcción, a “full” En la industria, el sector automotor sobresalió. La construcción volvió a retomar su ritmo pujante, pero con un perfil enfocado más al consumidor final. Uno de los principales motores del crecimiento fabril en 2010 fue el rubro automotor. Fernando Fraresso, desde el sector comercial, y Héctor Quaranta, desde la industria dan cuenta del boom, ligado al impulso del consumo local y las exportaciones. En 2010, se producirán unos 720 mil vehículos, de los cuales 640 mil se venderán dentro del país y el resto se exportará. Para 2011, las cifras son de fuerte crecimiento: sólo en el mercado interno se venderán entre 700 mil y 720 mil autos. En la construcción, en tanto, el mercado cambió. “El inversor, sobre todo del campo, no desapareció pero se achicó. Ahora, con mucha creatividad, financiación y con más plazo, las mayores ventas se están dando entre la clase media”, dice Horacio Parga. “El problema hoy es el financiamiento. Aunque hay una línea a tasa fija del Banco de Córdoba, 50 mil dólares no alcanzan para mucho. y los sueldos actuales no permiten acceder a otro crédito”, agrega. El campo, entre los buenos precios y las políticas erráticas El agro muestra un fuerte crecimiento, pero el sector pide políticas que incentiven la producción en todos los rubros. “En la época de (Carlos) Menem, la soja valía entre 140 y 160 dólares por tonelada, hoy vale más de 300 dólares. Los valores que se duplicaron o triplicaron más la tecnología, explican por qué seguimos creciendo tanto”. Esta es la explicación que da Miguel Mizzau para justificar la fuerte expansión que está teniendo el sector agropecuario y agroindustrial en el país, pese a que, según su opinión “no hay previsibilidad” y esto influye en los negocios. “El productor tiene que saber a quién va a vender su producción. Hoy el Gobierno está interviniendo en varios mercados sin entender nada”, agrega. En este marco, cita el ejemplo del trigo, que “hoy nadie compra “ y que “se paga bastante menos que el precio oficial”. “El trigo tiene cerrada la exportación, junto con el maíz. Podríamos hacer 15 millones de toneladas, y sólo estamos haciendo siete millones. No nos dejan exportar, sólo vender al mercado interno, cuando aquí se consumen seis millones”, advierte Walter Cavigliasso. “Con el 15 por ciento de retención al trigo, se podría regalar la harina al mercado interno para que se consuma pan”, dice Mizzau. El empresario de Jesús María agrega el ejemplo de la carne. “En Estados Unidos, el valor es de 1,85 dólar, nosotros estamos en 2,40 dólares cuando tendríamos que estar más baratos”, dice. Y opina que esto es porque las políticas “procíclicas”, en lugar de anticíclicas, se implementan sin conocer del tema. “La cuestión es que, no nos dejan hacer trigo, no nos dejan hacer leche, no nos dejan hacer carne. Lo único que conviene hacer es soja, pese a que ellos dicen que no a esto”, acota Cavigliasso. “No hay un freno a la exportación de soja, porque esto le permite al Gobierno hacer caja”, concluye Mizzau. Fuente: La Voz del Interior

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